No cabe duda de que la forma de comunicarse de los adolescentes ha cambiado considerablemente en los últimos años. Mi generación fue la del SMS, luego llegó la del Messenger y ahora los más jóvenes se comunican mayoritariamente por medio de las redes sociales. Y son muchos los que se llevan las manos a la cabeza por esta virtualización de las relaciones humanas.
A mí sinceramente no me parece mal. Vale que se han dado casos de abusos de de bullying utilizando este tipo de webs, pero son los menos. Habitualmente los chavales utilizan sobre todo Tuenti para contarse cómo les ha ido el día o para hacer exaltaciones de la amistad que sinceramente me parece más sano hacer por esta vía que borrachos en un botellón.
Ahora bien, la pregunta que cabe hacerse es, ¿desde qué edad es lógico el uso de redes sociales?. La edad mínima para el uso de la mayoría de estas webs son los 13 años. Sin embargo, hace poco salieron publicados unos datos de Facebook asegurando que en el mundo hay 7 millones de usuarios que no superan esa edad.
Es imposible que desde ninguna plataforma se asegure que la edad que ponen los usuarios en sus perfiles es la correcta. ¿Quién tiene entonces la responsabilidad de que los niños no usen webs que por edad no les corresponden?. Respuesta: los padres. Controlar lo que ven los jóvenes en el ordenador es una nueva obligación ligada a la paternidad. Pero sigue habiendo muchos que prefieren "abandonar" a los niños delante de una pantalla porque así por lo menos están callados...
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