Hasta ahora, yo no le había visto la gracia al iPad. Que tiene un diseño espectacular y un montón de posibilidades es algo que no se le escapa a nadie, tampoco a mí. Pero gastarse más de 300 € en un juguetito que prácticamente sólo sirve para entrar en Internet era algo que me parecía, como poco, excesivo, sobre todo teniendo en cuenta que los smartphones permiten hacer prácticamente lo mismo, con el añadido de que sirven también para llamar.
Pero hoy Amazon han presentado su nueva tablet, que se llamará Kindle Fire. Y aunque no voy a ser de las que la estén encargando el primer día, lo cierto es que me atrae un poco más por una razón muy sencilla: su precio. 146 € es casi la mitad de lo que cuesta un iPad. Que sí, que las posibilidades que en estos momentos tiene iOS Kindle probablemente tarde un poco en tenerlas, pero es que la diferencia de precio es demasiado grande.
Aparte del marketing que hace que todo lo que haga Apple sea mucho más caro que cualquier otra marca, el precio lo justifican las carencias técnicas de la tableta de Amazon. Para empezar, no dispondrá de cámara ni micrófono, ni tampoco permitirá el acceso a través del 3G. Por lo tanto, tendremos que encontrar una red WiFi para poder conectarnos con ella, aunque para los bolsillos ajustados se trata de una opción más que considerable.
El principal problema que puede encontrarse Kindle Fire en sus comienzos es la falta de aplicaciones. Android todavía no ha conseguido alcanzar a iOS en este sentido, y es probable que Amazon tarde meses o incluso años en hacerlo. Pero también hay muchas personas que utilizan los dispositivos móviles fundamentalmente para consultar el correo y las redes sociales, que con este les bastaría. Y la mitad de precio es la mitad de precio...
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