El amor (platónico) en los tiempos del Facebook

Desde que tenía 12 años, siempre he sido fan de Ricky Martin. Vale, tuve una época (como el 99% de las chicas de mi generación) en que me volví loca por los BackStreet Boys, pero el portorriqueño es el único de mis amores platónicos adolescentes que lo sigue siendo a día de hoy. Y de él voy a partir para hacer una pequeña reflexión sobre como han afectado las nuevas tecnologías a esto de ser fan.

Cuando yo tenía 13/14 años, todo lo que sabía de Ricky Martin era a través de la Superpop o de los 40. Por lo tanto, para ser fan había que estar pendiente de ir a comprar las revistas que salían cada dos semanas y, cuando te enterabas de que tu cantante favorito sacaba disco, pasarte horas pegada a la radio esperando a que pusieran el single. Y luego, por supuesto, comprarte los discos originales.

Como supongo que sabéis, Ricky Martin ha sacado disco nuevo hace un par de meses. Y, en cuanto estuvo listo en single, dejó un mensaje en Twitter con un enlace hacia su blog en el que había insertado un video de Youtube con la nueva canción. Y cuando por fin salió el disco, ni lo he comprado ni siquiera lo he pirateado: lo he escuchado ya varias veces a través de Spotify.

Y esto me ha hecho pensar en lo genial que debe ser hoy en día ser adolescente en plena edad del pavo de volverte loca con cantantes y actores. Que sí, que las redes sociales tienen mucho peligro para los chavales y todo lo que queráis. Pero para ser fan es un puntazo. Le das a "Follow" en Twitter o a "Me gusta" en Facebook y ya tienes todo el trabajo hecho. Hay que ver cómo ha evolucionado esto de ser fan...

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