Si queremos tener un público más o menos fiel a nuestro blog es preciso tener claras un par de cosas. La primera, que si lo utilizamos para contar nuestra vida probablemente no interese a nadie fuera de nuestro círculo de familia y amigos. Y la segunda es que un blog que hable te un tema más o menos concreto fideliza mejor que uno que trate cada día de una cosa.
Tener un blog para contar lo que nos apetezca sin autoimponernos normas y temas es una decisión de lo más repetable, pero si queremos tener un público que nos siga, y especialmente si queremos monetizarlo, el primer paso antes de ponernos a escribir a lo loco debe ser decidir en torno a qué tema queremos que gire nuestro blog.
Antes de decidir el tema tenemos que tener claro qué esperamos conseguir con nuestro blog. Si queremos presentarnos a los internautas como expertos en una materia determinada, está claro que ese debe ser nuestro tema. Pero si lo que ansiamos es tener una gran cantidad de visitas a toda costa tenemos que pensar qué es lo que busca el público.
Deporte, tecnología o ídolos adolescentes (en estos momentos Justin Bieber puede ser síntoma de éxito seguro) son algunos de los temas con los que es más fácil conseguir visitas. Pero escoger una temática sobre la que haya poca información en la red es una forma de que todo aquel que esté interesado en ella acabe acudiendo a nosotros.
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