Trabajar desde casa y no morir en el intento

Mucha gente me dice que tengo un chollo por poder trabajar desde casa. Pero yo pienso que no tanto. Al fin y al cabo, trabajar desde casa implica estar solo, sin nadie con quien hablar, y tener que organizarte tus propios horarios, algo para lo que no todo el mundo sirve. Así que doy aquí unos consejillos para que se haga un poco más llevadero:

1. No trabajar en pijama: si no vas a salir no es necesario que te arregles, pero ponerte por lo menos un chándal es lo mínimo para sentir la diferencia entre cama y trabajo.
2. Trabajar en una habitación en la que estés solo: tener a la familia alrededor puede distraerte demasiado, así que es preferible un sitio tranquilo.
3. Intentar llevar siempre el mismo horario: aunque seas flexible si un día te surge algo, es preferible  llevar una rutina.
4. Intentar dejar el fin de semana libre: quizá haya veces que sea imposible, pero tener los mismo días libres que si trabajáramos por cuenta ajena es altamente saludable.
5. Tener hobbies fuera de casa:  un gimnasio, un curso, o unas clases de guitarra serán el lugar donde socializaremos un poco si estamos metidos en casa todo el día.
6. Concentrarse: trabaja con música, la tele de fondo o el messenger puesto sólo si sabes que eso no te va a hacer dedicar más tiempo a tu tarea.
7. Recados, los justos: tienes la suerte de tener un horario flexible y por ello puedes hacer algún recadillo a aquellos que no la tienen. Pero si lo estás haciendo todo el día puedes acabar descuidando tu trabajo.
8. Intentar no llevarse el trabajo de vacaciones: cuando trabajamos vía Internet tenemos la facilidad de poder llevarnos el portátil allá donde vayamos. Pero es preferible intentar sacarnos libres los días cuando vayamos de vacaciones, ya que estas consisten precisamente en desconectar.