Samsung Galaxy Mini: Análisis

Cuando nos decidimos a comprar nuestro primer smartphone, a todos se nos van los ojos detrás del iPhone o el Galaxy SII. Pero también a muchos nos da un dolor de estómago sólo de pensar en gastarnos 300 ó 400 euros en un móvil. Así que para los bolsillos ajustados, el Galaxy Mini es probablemente una de las mejores opciones.

Empecemos primero con las pegas: su procesador no es nada del otro mundo, tiene poquita memoria interna (160 MB, aunque se pueden ampliar con tarjeta SD), su cámara de fotos es sólo de 3 MP y no graba vídeo en alta definición. En resumen, no es un teléfono para quienes buscan un uso intensivo de sus capacidades.

Pero lo cierto es que muchos de nosotros queremos el smartphone para mirar el correo, las redes sociales y alguna que otra aplicación concreta. Y para esto es un modelo que tiene de sobra. Su sistema operativo, Android 2.2, nos da acceso a una gran variedad de aplicaciones, y en lo que lo he estado probando no he tenido demasiados problemas de lentitud.

Obviamente, no es un iPhone. A un teléfono que podemos encontrar libre por 150 € (con un plan de puntos o una portabilidad lo podemos sacar gratis o tirado de precio) no se le pueden pedir peras al olmo. Pero es que hay muchas personas que no necesitan que los olmos les den peras. Y para el usuario medio tiene más que de sobra.

Sólo lo he estado probando unas horas y quizá sea pronto para recomendarlo o no, pero lo cierto es que las primeras impresiones han sido positivas. Si dentro de un mes me estoy acordando del maldito momento en el que me decidí por este smartphone, lo contaré en otro post ;-)