El otro día, con motivo del estreno de la última de Almodóvar (que ha tenido un gran éxito en taquilla pero unas críticas regulares) me planteaba lo complicado que resulta medir el éxito de una película. Porque sí, puede que haya ido mucha gente a verla, pero si sales del cine decepcionado, ¿realmente ha sido un éxito?.
Pues con los contenidos en Internet pasa un poco lo mismo. Habitualmente relacionamos el éxito de un post o artículo, ya sea en un blog o en un medio online, con el número de visitas. Pero, ¿debemos sentirnos contentos con que haya mucha gente que haya leído nuestro artículo sin saber si les ha gustado o no?.
Y ya no hay que irse sólo a que a nuestros lectores haya podido no gustarles el artículo. También es muy posible que hayan llegado a él de casualidad, porque buscaban otra cosa, y que con ver el titular y el primer párrafo hayan visto que no les interesa y hayan dejado de leer. Porque el número de visitas nos indica cuanta gente ha entrado en nuestra página, pero no cuantos han leído el contenido al completo.
Por lo tanto, el indicador del éxito o el fracaso de los contenidos online no debería estar medido por el número de visitas. Si tenemos muchos comentarios, si nuestros lectores han decidido compartir ese contenido en las redes sociales, entonces podríamos hablar de éxito. Incluso si el número total de visitas es inferior al de otros artículos que a lo mejor han resultado menos populares.
Hay que tener siempre en cuenta que cuando escribimos para Internet no buscamos simplemente el tráfico, sino que la gente nos lea, que le guste lo que escribimos y, en el caso de las webs de empresa, que se animen a comprar o contratar nuestro productos o servicios. Algo que puede parece muy obvio, pero que a veces olvidamos cuando nos centramos en el tráfico y la analítica.
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